A vos, Dios iracundo, a vos, mundo enrevesado, a vos, mujer de altos pináculos, llenos de tanta epifanía iridescente que a veces no me aguanto; cuando más quiero gritar, callo. Y tomo nota...
miércoles, 1 de junio de 2011
Pirotecnia de la lengua
No había nadie en el poema
Sólo el beso francés de una prostituta
No hay comentarios:
Publicar un comentario